viernes, 7 de octubre de 2011

Un, dos, tres... cua!


Un telonero a la cuenta de tres reanuda la función y el ultimo acto comienza a interpretarse…

Raciones de amor que quieren evadir al olvido y dos poetas ambiciosos totalmente desencontrados, aun así ninguno se da por vencido y se siguen buscando.Ambos están heridos al vuelo y como dos pájaros enjaulados tienen en mente compartir sus migajas.

Ellos se quieren, se odian, se escuchan, se olvidan, se acarician, se rasguñan, se lastiman y una y otra vez se vuelven a curar.

El lo tiene que cuidar. El lo tiene que entender. El lo tiene que perdonar. El lo tiene que abrazar. El lo tiene que aceptar. El lo tiene que esperar.